Para evitar las comparaciones desafortunadas y recordar a qué juegan los medios de la DBA

Hace no mucho Rosa María Palacios comentaba que había llegado a entender que el hecho de que Plural TV viniera deshaciéndose progresivamente de sus mejores periodistas, sólo podía responder a que habían decidido abdicar del periodismo y manejar sin reparo sus medios como negocios, evitando los riesgos de defender los principios de su profesión. Esto no sería muy distinto a lo que ha hecho el grupo El Clarín en Argentina o en un nivel mayor el conglomerado del multimillonario R. Murdoch, dueño del polémico y ahora cerrado News Of the World y de la cadena Fox, entre otros.

Pienso que la opinión de RMP bien se extiende para otros grupos y medios, sólo hablando de la prensa escrita ahí caben no sólo El Comercio y Perú 21, sino Correo, La Razón, Expreso, etc. Ahora, si ellos han abdicado de hacer prensa y han decidido que sus medios son un simple negocio, la pregunta es ¿Cuál es su principal oferta? ¿Circo para el pueblo? No, me parece que ellos han segmentado el mercado y han escogido un nicho, lo que Taffur ha llamado la DBA (La Derecha Bruta y Achorada). Con esto no me refiero a sus lectores, me refiero a aquellos grupos de poder económico y político que necesitan asegurar su posición sin perder un mínimo de prestigio. Es decir, no pueden recurrir directamente al autoritarismo sin desprestigiarse o, por lo menos, necesitan generar cierto apoyo popular antes de arrojarse a otra aventura como esa.

A ese mercado estos medios le ofrecen un servicio que en sí es un contrasentido o desnaturalización, lo que ofrecen es el factor de distorsión. Y es una desnaturalización pues una buena comunicación consiste justamente en eliminar el ruido que distorsiona el mensaje en su camino del emisor al receptor. Pero ese es su negocio, la distorsión.

¿Por qué? ¿Por qué necesita la DBA de un factor de distorsión de la realidad? En principio porque la democracia es el gobierno del pueblo, porque es una forma de evitar que una minoría se imponga sobre la mayoría, porque es una forma de contrarrestar el desequilibrio de poder. Pero esa no es una situación deseable para la DBA, en realidad ese estado de cosas significa su desaparición, su poder se basa en la desigualdad y el abuso, pero para que ello se mantenga así se necesita que la mayoría oscurezca su discernimiento.

Por ejemplo, actualmente se ha vuelto moneda común decir cosas como: hablan así de la década del 90 pero no dicen nada de los gobiernos de Alan y Toledo, o, se ensañan con Fujimori pero nadie dice nada de Lori Berensson o Antauro Humala. Hoy con lo de Carlos Raffo ha pasado algo similar, de pronto Raffo es igual a Chumpitaz. De pronto cualquiera que porte una vincha que diga "Conga No Va" es también igual a los reservistas que tomaron la comisaría de Andahuaylas. A través de silencios, mentiras y comparaciones, se mete en el mismo saco cosas muy diferentes.

Por tocar sólo un caso, Lori Berensson fue condenada a 20 años de cárcel por participar de la planificación de la toma del Congreso, salió finalmente 5 años antes por buena conducta y arrepentimiento, pero aún esta libertad es condicional. Frente a ella Fujimori dirigió una organización criminal que secuestró el Estado por completo, compró cada poder que no controlaba directamente (legislativo, judicial), controló con dinero a casi todos los medios, usó el poder del Estado para sobornar o favorecer empresarios y un largo etc. Finalmente dirigió una política de violación de derechos humanos. Sólo algunos de sus crímenes pudieron ser juzgados pues huyó del país y sólo se le pudo extraditar por parte de su actual legajo delincuencial. ¿Son justos los 15 años de prisión para Lori Berensson, quien no participó directamente en ningún acto violentista, ni lideró ninguna organización? No lo sé, pero lo que sí sé sin dudas es que no se puede comparar sus actos con los de A. Fujimori. Igualmente, no se puede comparar a este con A. Humala, ni a Raffo con Chumpitaz, incluso es un simplismo comparar a Fujimori con Alán, aún cuando este ya ha escapado de la justicia y busca huir de ella nuevamente. No se puede comparar a un campesino que marcha contra una minera, ni a uno que pone piedras en la pista, ni siquiera al que organiza las movilizaciones, con los delincuentes del Fujimorismo, no existe puntos de equivalencia.

El factor de distorsión es movido por una lógica perversa, que en vez de justicia en cada caso, pide por un igual derecho a la impunidad (Si Berensson aquello ¿Por qué no Fumjimori igual?). Si estas comparaciones son posibles no es más que por un oscurecimiento en la capacidad de discernir, este oscurecimiento, instalado por el factor de distorsión de los medios de la DBA, hay que evitarlo, porque lo que busca es simplemente la impunidad y con ella una democracia desnaturalizada y el imperio de la injusticia.